¿QUÉ VAMOS A VER?





MARTIN CREED. THINGS/COSAS
15 de diciembre de 2011 – 26 de febrero de 2012. Sala de exposiciones Alcalá 31. Comisariaza por Carolina Grau.


Nos situamos en 1967, Anthony Caro, entonces profesor de arte en St. Martin de Londres, llega en una ocasión al departamento de escultura y se encuentra unas cuantas ramas apiladas en el suelo. Se produce la siguiente conversación con Richard Long. ¿Qué es? Es una parte de una escultura en dos partes. Enséñame entonces la otra mitad. Está encima de Ben Navis. Entonces, ¿cómo voy a apreciarla si no puedo verla toda?

Supongo que después de esto no era plausible pensar la obra de arte ni siquiera como una ficción. Quién podía constatar si le estaban tomando el pelo, si efectivamente había algo en un lugar físico. Se corría el riesgo de caer en el empirismo paranoico del esse est percipi, acabar pensando que todo desaparece al cerrar los ojos.

Por eso, y para no volvernos paranoicos nosotros mismos, nos comportaremos por un momento como si la obra de Martin Creed (1968) existiera de verdad.

Creed pertenece a esa primera generación de artistas que pudo tener acceso, más o menos institucionalizado, a las extravagantes teorías de un arte sin objeto. Estudió en Slade School, entre 1986 y1990, y es precisamente en esta etapa cuando plantea un sistema de notación para organizar su obra mediante la nomenclatura industrial de los números de serie. Números que constituyen toda su obra, en cierta medida. En su ausencia, al espectador le resultaría muy difícil dilucidar dónde se sitúan tales cosas. Hacia 1996, es elegido para la EAST I...Como anécdota, y para tejer un juego de complots y confidencias satánicas del arte conceptual, el propio Richard Long se encontraba en el jurado. Su carrera toma fuerza y recibe el Turner Price en el 2001.

Habrá notado mis reticencias a abordar de una vez por toda la obra. Y seguro que desea saber qué cosas vamos a ver en esta primera retrospectiva.

Pues bien, podríamos organizar la muestra en tres tipologías: a) Las cosas que se ven y no son nada; b) Las cosas que no se ven pero son algo; c) Las cosas que no se ven y no son nada. Parecen enunciados muy vagos, pero no encuentro algo mejor ni más fiel al artista.

La primera categoría se componen de cosas que están destinadas a ocupar el espacio y hacer notar que hay algo. Sin embargo carecen de un sentido inmediato, son como decoraciones pasajeras, un simple muzak visual. Una pila de planchas de conglomerado (Nº 1932), una puerta abriéndose y cerrándose (Nº 129), algunas pinturas de pequeñas dimensiones (Nº 832), líneas que cruzan las paredes, así como una videoproyección, relativamente vacía.
La segunda categoría se compone de vitrinas y expositores que indican que hay algo; trozos de papel u objetos que no podemos reconocer porque carecen de instrucciones (Nº 11, Two objects).
La tercera categoría y quizás la más importante, el paroxismo de la nada, documentos que constatan galimatías abstractos que no se pueden ver, Half of anything multiplied by two (Nº 150), y a veces ni pensar, The wole Word + the work = the whole work
(Nº143).

A este respecto, nos dice (Nº 74) que el arte es un intento de hacer algo o nada […] si es que debería haber algo, o nada. Por lo tanto, y aunque no sé describir de otra manera más aséptica esta obra, estoy seguro que cualquiera se remontará atrás para reformular, una vez más, la propia pregunta ¿qué cosas vamos a ver? Para que su marcada dirección, dirían los analistas del lenguaje, no afecte a las expectativas del observador, y podamos volver al empirismo paranoico de nuestro organismo sensible.

José María Muñoz Guisado.

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